Y ahora, ella está junto a la ventana con las piernas torcidas
sobre almohadones raídos y muelles suspendidos.
Sueña con romper el cristal, desgarrando la punta de sus dedos,
arrancándose la piel con el mayor de los placeres.
Ahora que su mente vuela a través de los balcones,
de des-conocidas miradas.
Ahora que la luna se funde con el blanco de su vestido,
ella sonríe y las baldosas rojas reconstruyen la ciudad.
Ahora, de noche
ahora, sin más noches
ahora
ya nunca más sera ahora.